Cuando los Niños del Bosque y Los Primeros Hombres fueron invadidos por primera vez por los Caminantes, fueron superados en número por un implacable ejército que no podía morir y que convertía en uno de ellos a cada una de las víctimas haciendo que los sobrevivientes de estas sociedades huyeran cada vez más al sur de Westeros.

Las leyendas del norte dicen que durante los días más oscuros de la Larga noche, Los Primeros Hombres encontraron una manera de matar a los Caminantes usando el vidriagón, que era el arma que usaban Los Niños del Bosque y fue un ser al que llamaron El Último Héroe el que logró atravesar las regiones llenas de Caminantes para pedir a Los Niños que les prestaran sus armas de vidriagón para derrotar a los zombies y aunque durante el camino murieron todos sus acompañantes, logró ganar la confianza de los Niños.

Después de ello la alianza de Hombres y Niños hizo que los Caminantes retrocedieran un poco y el Último Héroe en compañía de otros Hombres se convirtieron en la primera versión de la Guardia de la Noche y los Caminantes fueron obligados a retroceder a las regiones de donde provenían después de pelear una gran batalla que fue llamada la Batalla por el amanecer que logró debilitar a los caminantes y puso fin a la Larga Noche.

Fue entonces cuando Bran el constructor, el fundador de la Casa Stark levantó el muro con una estructura de hielo reforzada con la magia de Los Niños y le designó a la Guardia que lo vigilara para que los Caminantes ya no amenazaran Westeros de nuevo.