
Aunque en Game of Thrones ella es la malvada reina Cersei, la actriz ya lleva algún tiempo participando en películas hollywodenses interpretando papeles de antagonista. En su vida real es una muy comprometida activista vegetariana que colabora con organizaciones como PETA y con eso ya se puede decir que hace más que poner caritas tristes en fotos de ballenas masacradas.